08 agosto 2007

MADRID V

A que no pensabas mi amor en recibir una cartita ahora...
No puedo evitar sonreir, estoy loco, loco loco de amor por ti. Lo sabes. Lo sé.

Hace 6 meses me escapé a buscarte, y te encontré , y te conocí, y me enamoré...

Quizás llegue yo antes que esta carta, pero tenía que decirte que soy un hombre completamente feliz, y que no te preocupes, que ya arreglaremos estas cosas que tengo aquí, y todo seguirá igual, igual que estos deliciosos meses en la divina capital uruguaya.

No sigo, vuelvo, vuelvo ya....

No puedo pasar sin ti, no puedo pasar sin el dulce de leche Conaprole.




21 diciembre 2006

Madrid IV

Esta carta, mi preciosa Valeria, es para informarte que el próximo día 6 de enero aterrizo en Montevideo.

No te sorprendas, tengo diez días de vacaciones, íba a la agencia para conocer Moscú y San Petersburgo, y de pronto oí como una voz procedente sorprendentemente de mí, susurraba:MONTEVIDEO.

Necesito verte.

¿podrías darme tu teléfono? Cuando llegue te llamaré.

Espero ansioso el nuevo año. Hasta entonces pues. Sé feliz estos días.

Tengo una sensación extrañísima y necesito verte para cerciorarme de que es lo que estoy convencido que es.

Besos cercanos como el del aeropuerto.

Fede




28 noviembre 2006

Montevideo III

Hola Fede,

Me ha encantado tu carta, no sabes cuanto, es preciosa, pero lamentablemente creía que ya estaría tranquila para escribirte, pero no es así. Te acordás que te conté que no estaba bien con mi novio y que estando en Madrid había decidido dejarlo con él. Bueno... pues al final si lo hice, pero no se lo tomó muy bien que digamos, ha sido todo muy duro para mi, me lo esta haciendo bastante dificil, ha metido a su familia de por medio, ha hablado con mi madre, habla con mis amigos, esta intentando averiguar si tengo otro. No puede creer que lo haya dejado solo porque me he cansado de él.

Mi viaje a Madrid ha sido muy bueno en muchos sentidos, ahora puedo ver las cosas con otra perspectiva, veo que le mundo es más ancho de lo que yo creía. Y vos pusiste la frutilla en la torta al cruzarte en mi camino en el aeropuerto. Ha sido todo tan raro, apareciste en el momento justo. Para darme fuerza y darme cuenta que hay personas que te hacen ser mejor y te llenan de alegría y energia y no todo lo contrario como él. Si al final va a resultar como me decía mi mejor amiga Silvia, que siempre bromea con el nombre de mi novio (o mi ex, ya no sé ni lo que es)
Hipolito se llama, si, si, no te rías. Ella siempre me dice: a ti te parece que con ese nombre puedes llegar lejos con él? Pero bueno estupideces de ella.

Yo lo que te voy a pedir es que no dejes de escribirme, porque me hace muy bien leerte, yo intentaré escribirte lo más pronto posible.

Sabes? El otro día me paso algo increible, iba por la calle y delante mio iba un chico que era idéntico a ti, sabía que no podía ser pero estuve varias cuadras siguiendolo, parecía una detective privada, jaja Mientras lo seguía se me pasaron mil cosas por la cabeza, al final se metio en un bar y cuando lo vi de frente no se parecía en nada, pero fue lindo seguirte.

A Silvia le caes rebien, aunque no te conoce pero le he dado para q leyera tus cartas (espero que no te moleste) y dice que pareces un personaje de alguna pelicula inglesa, siempre saca alguna idea rara pero me hace matar de risa. No se porque se hace esa idea pero supongo que porque solo te conoce por lo que escribis y no en persona como yo.

Perdona que esta carta sea como medio a los saltos pero quería contarte un poco lo que me pasaba para que no te preocuparas por mi o algo.

Espero que pronto podramos hablar mejor... Un beso enorme en la punta de la nariz jaja

Valeria.

PD: Te mando 2 fotos mías, en la primera salgo yo sola en la playa de la Pedrera que es un balneario cerca de La Paloma, es del verano pasado. En la otra salgo con Silvia (como no) en un boliche de la ciudad vieja que siempre vamos a emborrachar nuestras penas y tambien las alegrías, la cuestion es reirse mucho de todo.




14 noviembre 2006

Madrid III

Preciosa y dulce Valeria,

Bien, no quiero pensar que mi vida tiene poco sentido, hasta ahora estaba convencido de que todo me iba perfectamente, un buen trabajo, sí acertaste, soy periodista, licenciado en el 91, con lo que si echas bien las cuentas descubrirás que rondo los 40, 38 para ser exactos, llevo el departamento de comunicación de un gran banco francés y escribo sobre cine en la revista Interfilms por dos duros, pero con mucho entusiasmo. Menos mal que tengo esos dos duros y esas líneas, que me hacen pasar momentos realmente buenos, o no, porque desde que te he conocido se ha abierto una parcela totalmente desconocida para mí, la de la emoción. Vivo en el centro, en una casa que heredé de mi abuela que he reformado siguiendo la vanguardia de la decoración, y tengo a Che, un perro callejero que adopté hace siete años. Tres amigos de toda la vida, son mi familia, dos solteros y uno emparejado desde hace diez años con Patricia que se ha convertido en la cuarta, ya le he hablado a ella de ti, sólo a ella, y me comprende y alienta, será porque las mujeres tenéis un lado romántico desconocido por nosotros... Salimos los cinco, como el famoso club de Enid Blyton, todos los viernes, cenamos en restaurantes recomendados en el On de El País, disfrutamos de un buen vino, y nos tomamos un par de copas en la Vía Láctea, nuestro bar del barrio de Malasaña de siempre, si hay suerte, apetece, veo y me atrevo, le entro a alguna chica con la esperanza de poder echar un buen polvo único, a veces lo consigo, si lo sé Valeria, suena de lo más poco delicado, pero es así, y tengo la necesidad de decirte las cosas como son, por primera vez, me apetece ser sincero con alguien, conmigo mismo, el primero, y confesarte que por una puñetera vez en mi vida he sentido algo especial. Joder, ni yo mismo me lo creo, estoy sincerándome con una desconocida a la que le di un beso fugaz en un aeropuerto, y cuyos ojos miel me atravesaron sin permiso, nunca levanto la barrera de los sentimientos, y ahora me siento perdido en una sensación que me sobrepasa. Hay un puto antes y un extraño después a tu encuentro. ¿Qué me está pasando?

Quiero, necesito volver a verte. Te envío una foto para que la pongas en tu corcho, sonrío perdido... la próxima será diferente.

Detállame todo, quiero conocerte, quiero que me cuentes qué te pasaba, en tu última carta dejabas intuir problemillas que seguro que te afectan más de lo que parece. Cuéntame lo que te pasa, quiero verte sonreír, quiero verte feliz. Quiero verte.

Al cerrar los ojos, antes de dormir, siempre apareces tú.

Voy a dormir, te beso.

FEDE.